domingo, 10 de mayo de 2009

Una carta de amor

"Cuando era niña mi mamá me retaba cuando me portaba mal y me hacía cariños para felicitarme. Fui hija única hasta lo seis años y por eso era muy regalona, cuando nació mi hermana nunca sentí perder parte de su cariño, al contrario su corazón crecía cada día más y más para todos nosotros.
Pasó el tiempo y fui creciendo y esa mamá protectora cuando niña se fue convirtiendo en mi mejor amiga. Sabíamos todo una de la otra, era imposible que no le contara algo, por muy secreto que fuera, sentía la necesidad imperiosa de que ella lo supiera.
Un día, sin yo imaginarlo siquiera me dijo que estaba enferma. Sí, mi mamá, la que nunca se enfermaba, la que siempre fue fuerte estaba enferma.
Tenía cáncer, que susto me dio cuando me lo dijo, pero ella como siempre trató de tranquilizarme.
Pero mi susto no era en vano, el cáncer se ramificó y por más que ella luchó no pudo contra eso. Me dijeron que estaba desahuciada, pero que ella no lo sabía. Que terrible momento, cuesta mucho recordarlo, como decirle a mi mamá que no podía vivir sin ella.
Se fue debilitando poco a poco, sin perder nunca ese afán de lucha que siempre la caracterizó, ni esa alegría que siempre admiré en ella, con la que resaltaba en cualquier lugar donde fuera.
Así, mientras la enfermedad avanzaba, se cambiaron los papeles en la vida, ahora era yo quien la protegía, era yo quien la mimaba, era yo quien velaba su sueño, era yo quien de esta manera le daba las gracias por todo ese cariño que siempre me entregó.
Mamita, ya eres una estrella en el cielo, pero las estrellas no hablan y te hecho de menos.
Necesito contarte mis cosas, necesito de tus consejos, necesito de ti en todas las cosas cotidianas de la vida, necesito estar contigo.
Ya ha pasado mucho tiempo desde que te fuiste, pero todavía sueño con llegar un día a la casa y que todo haya sido una pesadilla, y que estés ahí preguntándome que tal fue mi día. Necesito contarte las cosas que me están pasando, las nuevas experiencias que he vivido en este tiempo.
Quisiera que mis hermanas supieran la gran mamá que tuvieron, yo tuve la suerte de tenerte más tiempo, pero ellas no y necesitan de ti ahora.
Aprendí mucho de ti, pero lo más especial es la de servir sin pedir nada a cambio y la fuerza para seguir luchando.
Te quiero, las cosas buenas se van al cielo y tú eres una de ellas.
Mediante esta cartita quiero darte las gracias por ser la persona que soy ahora, porque me diste la vida, porque eres la mejor mamá del mundo y decirte que sigues siendo mi mejor amiga"

Estas carta la escribí hace muchos años para un grupo de gente...
Miro hacia atrás, la leo y pienso que podría escribir mucho más... en ese entonces no tenía marido, no tenía hijas, no tenía perrita... Con todo eso ahora la leo y creo que me hubiese encantado que mi Ramírez y mis monas conociera a la Rosita ... mis amigas y toda la gente maravillosa con la que me he cruzado en el camino...
Muchas veces siento que es prueba superada y que se vivir con ello, pero hay otras en que la pena me invade y soy una bebé con ganas de tomar pecho y que sólo el abrazo de madre es capaz de calmar mi pena... Con el tiempo, estos arranques de nostalgia se van distanciando, pero cuando llegan lo hacen con la misma intensidad del primer día sin ella.
En fin, lo escribo como un homenaje a esa gran, mujer... No podía dejarlo en un papel amarillo donde lo encontré. Lo escribo porque tuve uno de esos días de nostalgia... Lo escribo porque veo a mis hijas y escucho que me gritan feliz día de las madres, que me dan sus regalos sorpresas que ocultaron "casi" muy bien con su papá y que con esos abrazos de manitos pequeñitas tocando mi cabeza siento que soy demasiado afortunada. Lo escribo por mis hermanas, porque si bien aún no son mamás, se que serán las mejores algún día... Lo escribo porque sí.

martes, 5 de mayo de 2009

Mamma Mía


No podía dejar de pasar el boom de la casa de los Ramírez ... Mamma Mía.

Hace un tiempo (creo que en el verano) fuimos con unos amigos a ver al cine Mamma Mía las "niñitas" y James Bond "los niñitos"... resultó ser que a la mamá ñoña le encantó la película y convenció al papá para que la vieran en casita... papá la vió le gustó, escuchamos las canciones de la película en el auto en caaaaaaaaaada viaje (hasta al supermercado) ... y por esas casualidades de la vida las monitas un día vieron la película que teníamos en la casa (PERO en inglés)... y les encantó. Como son obsesivas como el padre, se pegaron viéndola, escuchando el cd, tanto tanto que se saben las canciones en inglés, medio guanchungüereado, pero las cantas.... Y papá está LOCO con la tonterita, quiere escuchar otra cosa, pero ellas insisten en Honey Honey JA.

Y lo peor, es que el domingo les compré el DVD para que la vieran en español .. y adivinen que vemos toooooooooodas las tardes desde el domingo!!!!

Y la frase de las mañanas es: "si no vienes a peinarte no vas a ver Mamma Mía en la noche" JA.

Y a la Meryl Streep le dicen Mamma Mía y a la hija Honey Honey JA!

PD: En todo caso, yo feliz la veo con ellas... y aunque no lo reconozca el papá también.