Así mismo.Hoy nos tocó la reunión personalizada en el colegio de la Emilia. Y bien, no nos dijeron nada que no supiéramos.
La niña es inquieta, cosa que para mí no es problema porque hoy en día todos los niños son inquietos y conversadores, bien por ella.
La gorda (así le decía la miss y todos sabemos que es una gran flacuchenta, pero sonaba lindo) habla bastante bien, en una evaluación de palabras casi todas estaban OK. Eso sí, la gorda "zezea", no lo entendí tan bien hasta que hoy en la cena jugamos a decir palabras y cachamos con el papá que tenemos una "Amara Gomez Plabla"... pero es algo mínimo.
La Emilia es muy impulsiva, como que no tiene paciencia y es un poco atarantada... si, muchos lo sabemos. Es más, los primeros días pasaba en el suelo y la miss "Emilia otra vez!!!", pero era producto de ser tan atolondrada. Por esta misma razón también, la niña "no sigue instrucciones", osea sigue lo que escucha, porque antes que terminen de decirlas ella ya está trabajando en lo que escuchó (la mitad)... JA, esa es mi Emilia
Y aquí es donde hago alusión al título de esta entrada, la niña tiene un poco más de dificultad en la motricidad fina. Salió a la Madre... eso debe ser hereditario porque yo hasta el día de hoy no soy capaz de cortar con tijeras es una línea... NO, si no pregúntenle al padre que casi no me deja participar en las tareas manuales de las niñitas porque "la cago". Pero la niña ha mejorado bastante su trazo desde que llegó porque eso es sólo práctica.
En fin, lo bueno de esto, es que nos dio hartos tips para mejorar eso de "seguir instrucciones", no es malo que eso lo aprenda, y también hacer unas tareillas para que desarrolle su motricidad fina (tareas que haremos a la par a ver si mejoro en algo).
Pero lo mejor, y algo que sus dos papis percibíamos es que La Emilia va Feliz al colegio.
Eso es lo importante.